Sin duda ha sido el Kitty Cat Club, en Múnich, el lugar que más ha marcado a lady ihela. En él, empezó a mostrarse tal y como se sentía y a conocer gente realmente afín.
Y allí empezó a darle sentido a su transformación. Gracias, entre otras cosas, a la aceptación por parte de la gente a su alrededor.
Por desgracia, la vida del Kitty Cat Club fue corta: aproximadamente 8 años (en la primara década del primer milenio), que coincidieron con mi estancia en Alemania.
Desde aquí, quiero dar las gracias a Steve (creador del Club) y a todos los asistentes del Kitty Cat Club, los llamados "Kitty´s", por su aceptación y por haberme hecho disfrutar tanto. Espero que vosotros también halláis disfrutado.
Desde aquí, quiero dar las gracias a Steve (creador del Club) y a todos los asistentes del Kitty Cat Club, los llamados "Kitty´s", por su aceptación y por haberme hecho disfrutar tanto. Espero que vosotros también halláis disfrutado.
Os quiero, lady ihela.
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